Mis ojos

Por favor disculpa a mis ojos
porque buscan el mar donde no debería estar,
y al ver el sol tras el cristal
me hacen pensar que hará calor.

Igual que pienso en quién era yo
para ti y para mí,
y cómo, tan falto de todo y nada, 
confundía lo que había entre nosotros con el amor.

Tenías mis latidos a tu merced,
a veces clavados como punzadas,
cuando me hacías pensar que llegaba el final.
Otras, como tormentas con truenos,
cuando querías volver a entrar,
y yo siempre te dejaba.

Y te decía que siempre habría sitio para ti,
incluso cuando no lo había,
pero yo lo buscaba, desechando otras cosas
sólo para hacerte un hueco en mi corazón.

Si sabes que sólo quiero nadar en tu mar
y acabo siendo un barco varado entre dunas.
Si sabes que sólo quiero bañarme en tu calor
y tan sólo eres dolorosamente fría.

Aún mis ojos sueñan con un amor,
¿quién no lo hace cuando tu compañía es ausencia?
Dime... Dime por qué,
¿por qué siempre confundes mis ojos?

Compañías y teatro

Leal al teatro

La verdad deslumbra y duele en tus retinas, paraliza tu cuerpo, quema sin piedad tu mente y congela tu corazón. Pero no tiene dualidad, no se esconde, es lo que es y no hay más.

Y cuando la aceptas, te acostumbras a ella. Entonces ves más cosas y mucho más claras, te vuelves más ágil para moverte y esquivar dardos envenenados, soportas mejor el ardor de la ira y el frío de la ausencia y la soledad.

He quedado atrapado entre los hilos para aprender a ser un titiritero un poco más hábil. He conseguido modificar la realidad para poder jugar con la ilusión a mi antojo. He perdido y lo he aceptado para poder ganar mucho más a cambio. He tenido sentimientos que se han marchitado y han muerto para poder renacer más intensos y renovados.

Y reconozco que a veces he mentido para poder llegar a la verdad, para conseguir lo que tanto he ansiado y luego dejarlo marchar.

Pero no me arrepiento de nada, porque aunque quisiera ya no se puede cambiar. Y no es justo recriminar a un actor por su personaje, porque los buenos actores sienten de verdad lo que interpretan con intensidad. Y en ocasiones, se meten tanto en su papel que acaban confundiendo la realidad con la ficción, con el sufrimiento que ello conlleva.

Y creo que lo volvería a hacer, con algunos cambios aquí y allá, para tener nuevos errores de los que aprender.

Pero no quiero seguir con esta representación, en este teatro, ante este público. Mi suplente llegó hace tiempo, al igual que otros vinieron antes y otros vendrán después. ¿O acaso era yo el suplente que finalmente fue descartado? No lo sé, y ya no importa.

La compañía cambia de actor, pero siempre es la misma obra, una y otra vez.

«Vete mientras aún seas querido, no cuando seas despreciado», me dijo una vieja amiga. Son esas cosas que tiene la experiencia, que siempre tiene algo que decir aunque a veces no la queramos escuchar ni nos gusten sus consejos.

Pensamiento del día

Chott El Jerid - Hacia allí vamos

No creo que haya personas que no puedan tener una relación, sino que tienen muy pocas probabilidades de encontrar a alguien que las soporte.

Muchas veces el problema es que las personas pasan demasiado tiempo intentando estar guapas cuando lo que deberían intentar es ser más atractivas.

No vendría mal plantearse de vez en cuando si la culpa de tus problemas es realmente de la gente que te rodea o de quien elige esa compañía.

Escisión

Puedo prometer y prometo… #canarios #mano #graffiti #streetart #canarias #hand #birds

Era un pájaro que no podía moverse ni volar a ninguna parte. Era un árbol cuyas ramas no podían crecer, un pez que no podía nadar. Mis ojos no me mostraban a donde me dirigía porque estaba cegado, intentando encontrar algo que no estaba.

Te di mi sangre pero tu corazón no latía al compás de mis sentimientos. Y lo intenté, en vano, pero lo intenté. Pero cuando yacía desangrado, pensando en regalarte más, me di cuenta que no eras el recipiente adecuado.

¿Para qué estaba luchando? ¿Por qué lo seguía intentando? Busqué la razón, pero no pude encontrarla, ni ella me encontró a mí. Porque estaba cegado por ti, intentando encontrar algo que no estaba ahí.

Pero me encontré cuando te fuiste, me encontré cuando te perdí. Cuando ya no estabas dentro de mí, a pesar de estar a mi lado. Fue la soledad de tu compañía la que escindió las cadenas; fue entonces que no fui más esclavo.

Encontré la libertad.

Las cargas

Holding it

Hay quien lleva a cuestas lágrimas como equipaje, como un collar de cuentas que no se pueden secar. O la pesadilla de aquellos sueños de los que el sonido de la alarma obliga a despertar. El mal sabor que los buenos momentos dejan en el corazón al ser recordados, o todos los sacrificios, miedos y vicios que ahora ya pasados sólo sirven para reprochar.

O tal vez la carga de los versos que dejaron arrugas en los dedos, canciones de sonidos tristes que alguien te enseñó, por cada vez que murió una ilusión dejando una deuda de dolor sin pagar. O todas las festivas pasiones regaladas, los tesoros prometidos más allá de la inmensidad del mar y la frontera de un horizonte que alcanzar. O quizás noches sin oraciones a algún dios, que te obligan a arrastrar los pies cargando con la cruz de las despedidas.

Trata de encontrar a alguien en el camino, que al igual que tú también lleva su carga a cuestas. Puede que sea más pesado y a veces hasta fatigoso, pero la buena compañía alivia los pesares.