Molestias

Viajes interplanetariosMe llaman raro y llevan razón, porque a veces me siento un poco fuera de lugar, o en una época distinta, o en un planeta equivocado. Todo lo que se sale de la normalidad es extraño y es raro, y todo lo raro provoca en nosotros una sensación de miedo a lo desconocido. Las respuestas naturales a aquello que nos provoca miedo son la lucha o la huida pero eso no me molesta porque hay otras cosas que me molestan aún más.

Siempre me ha molestado esa clase de personas que se quejan de todo y no obstante no hacen nada por poner una solución a sus problemas, que se pasan el tiempo suspirando «ojalá» sin ni siquiera atreverse a llevar a cabo lo que sea necesario para alcanzar sus anhelos; que le confieren más importancia al qué dirán las opiniones de los demás y sin embargo sus oídos sordos hacen caso omiso a lo que les grita su conciencia y su corazón, que pierden su preciado tiempo en un alarde de virtuosismo a la hora de buscar excusas en lugar de preocuparse por intentar encontrar maneras, cuyas palabras y acciones se contradicen en un continuo y enfermizo devenir de incongruencias; personas que en una demostración de hipocresía se dicen heridas cuando se les muestra la verdad por la que tanto abogan y tanto les llena las fauces al declararse como mesías de la sinceridad, que falsamente interpretan papeles taimados con los que pretenden conseguir mediante engaños y manipulación aprovecharse de las buenas intenciones de quienes les toman por guardianes fieles de la confianza mutua.

Me molesta esa clase de personas pero sobre todo me molesta pensar que existe la posibilidad de que algún día tal vez me pueda convertir en una de ellas y terminar siendo todo aquello que siempre odié.

Pensamiento del día

Todos tenemos algo que nos hace ser atractivos a los ojos de otras personas.

Las heridas que más duelen no son las que están en la piel.

Tengo muchas cicatrices y la mayoría de ellas no se ven.

Pensamiento del día

Poxilina para las heridas

«Contigo o con tu amiga». A eso se le denomina diversificación.

¿De qué sirve tener la razón si, aún conociéndola de antemano, no se pone en práctica para el provecho propio?

Heridas…

La noche me mordió, me contaminó, como todas las heridas por mordedura, y desde entonces escribo en la oscuridad. La curiosidad me picó y desde aquel momento he sido una mente inquieta en busca del saber. El ángel de los ojos cubiertos me lanzó una flecha y desde ese instante sangra mi corazón.

Heridas de guerra al fin y al cabo…