Pensamiento del día

La verdad es cruda, siempre habrá a quien le guste y a quien no.

¿Por qué resistir los impulsos? Que una tentación sea destructiva no quiere decir que la abstención de ella sea constructiva.

Las manzanas son una tentación muy dulce, no me extraña que hayan usado estas frutas como metáfora en más de una ocasión.

Ejercicio dialéctico

guavaCómo decirte lo que supones para mí sin desnudar mi corazón y mostrarte mis sentimientos, cómo decírtelo y evitar que salgas huyendo, riéndote de mí. Resulta harto difícil dejar pasar los días sin poder ver esos ojos tuyos que parecen espejos de eternidad, esos labios carnosos tan sabrosos en mi imaginación, esa sonrisa encantadora que ilumina…

Ya no sé cómo decírtelo, no sé qué otra manera usar para proponértelo, para mendigar una visión fugaz de tu belleza. No puedo negar que me encantaría que tú me pidieras poder verme tan sólo para saber que existe esa reciprocidad, tan sólo para poder decirte que sí, tan sólo para poder volver a sorprenderme.

Sí, cada vez que te miro me sorprendo de tu belleza, porque pasa tanto tiempo entre los momentos que compartimos que no recuerdo lo preciosa que eres hasta que apareces ante mí. Eres la fruta más difícil de alcanzar del árbol del deseo, pero no por ello pienso dejar de intentarlo. Eres la fruta por la que mi boca suspira por saborear, eres la linda guayabita de mi jardín.

Fresas y nata

fresaEsta tarde fui a comprar con mi hermana y mi madre y cuando pasé por la sección de frutería capté un elemento extraño en la composición, un expositor lleno de botes de nata montada azucarada. Me quedé extrañado y fue cuando miré hacia mi derecha cuando se presentó ante mí la verdad absoluta:

Las fresas sin acompañamiento son un regalo incompleto para el paladar.

Impulsivamente coloqué un bote de nata bajo mi brazo y empecé a examinar las bandejas de fresas en busca de las frutas que estuviesen en mejores condiciones de conservación y maduración. Cuando encontré el lote por excelencia, busqué con mirada febril el carro de la compra, como si aquel fuese el único lugar seguro para el preciado cargamento que portaba.

Ahora estoy disfrutando de mi tessssooroooo, intentando acordarme de cuánto tiempo ha transcurrido desde la última vez que comí fresas con nata. Da igual, están buenísimas y eso es lo que importa.