Compañías y teatro

Leal al teatro

La verdad deslumbra y duele en tus retinas, paraliza tu cuerpo, quema sin piedad tu mente y congela tu corazón. Pero no tiene dualidad, no se esconde, es lo que es y no hay más.

Y cuando la aceptas, te acostumbras a ella. Entonces ves más cosas y mucho más claras, te vuelves más ágil para moverte y esquivar dardos envenenados, soportas mejor el ardor de la ira y el frío de la ausencia y la soledad.

He quedado atrapado entre los hilos para aprender a ser un titiritero un poco más hábil. He conseguido modificar la realidad para poder jugar con la ilusión a mi antojo. He perdido y lo he aceptado para poder ganar mucho más a cambio. He tenido sentimientos que se han marchitado y han muerto para poder renacer más intensos y renovados.

Y reconozco que a veces he mentido para poder llegar a la verdad, para conseguir lo que tanto he ansiado y luego dejarlo marchar.

Pero no me arrepiento de nada, porque aunque quisiera ya no se puede cambiar. Y no es justo recriminar a un actor por su personaje, porque los buenos actores sienten de verdad lo que interpretan con intensidad. Y en ocasiones, se meten tanto en su papel que acaban confundiendo la realidad con la ficción, con el sufrimiento que ello conlleva.

Y creo que lo volvería a hacer, con algunos cambios aquí y allá, para tener nuevos errores de los que aprender.

Pero no quiero seguir con esta representación, en este teatro, ante este público. Mi suplente llegó hace tiempo, al igual que otros vinieron antes y otros vendrán después. ¿O acaso era yo el suplente que finalmente fue descartado? No lo sé, y ya no importa.

La compañía cambia de actor, pero siempre es la misma obra, una y otra vez.

«Vete mientras aún seas querido, no cuando seas despreciado», me dijo una vieja amiga. Son esas cosas que tiene la experiencia, que siempre tiene algo que decir aunque a veces no la queramos escuchar ni nos gusten sus consejos.

Pensamiento del día

Chott El Jerid - Hacia allí vamos

No creo que haya personas que no puedan tener una relación, sino que tienen muy pocas probabilidades de encontrar a alguien que las soporte.

Muchas veces el problema es que las personas pasan demasiado tiempo intentando estar guapas cuando lo que deberían intentar es ser más atractivas.

No vendría mal plantearse de vez en cuando si la culpa de tus problemas es realmente de la gente que te rodea o de quien elige esa compañía.

Cierta distancia

Yo he visto cosas que vosotros no creeríais #bladerunner #cristal #gafas #metalico
Sentir el color de tus ojos es mi intención
porque los dos queremos esa mirada en el alma.
Quizás ahora entiendo que hace falta cierta distancia
para poder enfocar claramente la situación.

Las cosas parecen mucho mejor cuando
soy parte de la piel que envuelve tu ropa.
Como el aroma que queda en las sábanas,
nos regala ilusiones de cercanía en la lejanía.

Recordando caricias y sueños más dulces,
con suspiros húmedos y sonidos tibios,
esas visiones que no dejan dormir la mente,
que calientan hasta quemar la carne y el alma.

Aún descubrimos sorpresas nuevas,
cuando nos arrullamos muy cerca, tan cerca.
Cuando cantamos alguna canción suavemente
o agarramos nuestros cuerpos con fuerza.

Tenía un misterio que no podía ser resuelto,
tenía una historia que no terminaba de ser contada.
Tenía un rompecabezas con algunas piezas perdidas,
y eres tú el engranaje que no sabía que me faltaba.

Pensamiento del día

Piezas minerales #mar #oceano #atlantico #sea #ocean #atlantic #sal #salinas #salt

Tienes que entender y aceptar que en ocasiones tal vez no seas la persona más adecuada para según qué cosas.

No confundas una jugada ganadora con ganar la partida; en algunos juegos la habilidad más importante es la paciencia.

La virtud está en saber reconocer cuándo una pieza es tan importante que, si la situación lo requiere, tengas que sacrificarla y seas capaz de hacerlo.

Escisión

Puedo prometer y prometo… #canarios #mano #graffiti #streetart #canarias #hand #birds

Era un pájaro que no podía moverse ni volar a ninguna parte. Era un árbol cuyas ramas no podían crecer, un pez que no podía nadar. Mis ojos no me mostraban a donde me dirigía porque estaba cegado, intentando encontrar algo que no estaba.

Te di mi sangre pero tu corazón no latía al compás de mis sentimientos. Y lo intenté, en vano, pero lo intenté. Pero cuando yacía desangrado, pensando en regalarte más, me di cuenta que no eras el recipiente adecuado.

¿Para qué estaba luchando? ¿Por qué lo seguía intentando? Busqué la razón, pero no pude encontrarla, ni ella me encontró a mí. Porque estaba cegado por ti, intentando encontrar algo que no estaba ahí.

Pero me encontré cuando te fuiste, me encontré cuando te perdí. Cuando ya no estabas dentro de mí, a pesar de estar a mi lado. Fue la soledad de tu compañía la que escindió las cadenas; fue entonces que no fui más esclavo.

Encontré la libertad.