Adiós Tuenti

Cuando tienes una cuenta en una red social a la que sueles acceder una vez al mes en el mejor de los casos o cuando te acuerdas de casualidad debes comenzar a plantearte qué demonios hacer con ella. En mi caso se trata de Tuenti, red social que comencé a utilizar con fines puramente de marketing y acabó siendo un almacén de gente conocida con la que apenas hablaba a través de esta página.

Algo que me preocupa ligeramente es el voyeurismo que existe en este tipo de páginas, en las que tus «amigos» revisan hasta tu última foto, quieren saber qué nuevos «amigos» has añadido recientemente, los comentarios que escribes o te escriben y demás actividades propias de la vecina chismosa que hay en toda comunidad de vecinos. Como no puedes decirles directamente que se metan en sus asuntos pues tienes que tomar medidas de protección de la privacidad.

En mi caso he decidido borrar completamente mi cuenta, así, tal cual. Y lo mejor de todo es que no tengo ningún tipo de remordimiento, qué cosas. Lo siguiente es limpiar la lista de contactos del Facebook lo cual me aventuro a decir que tampoco me va a causar demasiados remordimientos.

No pienso dejar más huellas salvo las que yo quiera dejar.

Pensamiento del día

No te puedes esconder de ti mismo.

Todos somos esclavos de nuestras palabras y nuestros actos.

Las redes sociales como Facebook o Tuenti pecan de simplicidad, nadie divide su realidad social en «amigos» y «no amigos».

Pensamiento del día

felicidad

La felicidad no es un derecho, es una oportunidad.

Hay gente que piensa que una lista más larga de amigos en una red social, como pueden ser Tuenti, Facebook o MySpace, es signo de una mayor sociabilidad o desarrollo de sus habilidades sociales. Hoy en día una relación interpersonal mantenida únicamente mediante medios tecnológicos, léase ordenador o teléfono móvil, es denominada felizmente como amistad. Definitivamente, no sé si la palabra amigo se ha devaluado hasta límites insospechados o si también lo ha hecho su concepto y su significado.