Esa enfermedad llamada felicidad

1890.La Laguna Llanos los ViejosLa felicidad te infecta, pero es una enfermedad deseada y esperada. Los verdaderos problemas aparecen como secuelas de su paso por nuestra alma, cuando se clavan donde más duele, en aquel espacio que antes ocupaba y daba calor.

Porque la felicidad te besa con fuego, y no puedes olvidar el recuerdo de sus labios, pero supongo que su boca no es para mí. Porque cuando se va, cuando se acaba, las cosas son más grises que antes, y las describes con frases y versos sobre lo que era, ya no es y no volverá a ser.

Pero no sabes lo que es la felicidad hasta que has aprendido el significado de la tristeza, cuando se marcha por la puerta y a veces ni le puedes decir adiós. No puedes saber lo que duelen los labios cuando besas a la felicidad, y cuando te toca pagar la cuenta con trozos de tu corazón y una desilusión de propina. No imaginas lo que duele pensar en el recuerdo de besar una mejilla surcada de lágrimas de tristeza, o mirar un atardecer de invierno con ojos sin ilusión.

Y es que ser estoico parece muy fácil en la teoría, pero no tanto en la práctica, porque la felicidad se irá y su ausencia traerá de nuevo todas esas cosas. Y ya se sabe que no se puede pensar con claridad cuando se siente intensamente.

Pero habrá muchas otras noches, en las que baile o simplemente mire bailar, o duerma arropado por el cariño, o sudoroso por la pasión. Habrá otras poesías que escribir, otras canciones que cantar, otras primaveras que florecer, otros labios que besar y sueños que hacer realidad. Pero claro, no será aquella felicidad que se marchó.

Aunque me hice prometer que me ilusionaría lo menos posible. Aunque pensé que el frío tacto del pecho de acero serviría de coraza. Pero aún funciona la máquina que, en su interior y con su propio compás, mueve mis sentimientos haciendo ruido.

Y sé qué pasará, porque caigo en las redes de la felicidad con mucha facilidad, como si lo estuviese deseando con demasiada intensidad. Pero ni yo entiendo muy bien la razón, porque a estas alturas ya debería estar escarmentado.

Esa ecuación

Te miro a los ojos mientras mis manos de ladrón recorren tu ropa en busca de la combinación perfecta que permita que la cerradura de esa cárcel textil deje libre a tu cuerpo. De pronto me sorprendes, casi a traición, con una finta rápida de tus labios contra los míos, clavando con un certero estoque el puñal caliente y húmedo de tu lengua en mi boca. Como dragones de un cuento de fantasía entrelazamos nuestras siluetas de escamas doradas bajo la luz de las velas mientras mi aliento ardiente sobre tu cuello despierta en ti un temblor que agita tu pelo.

Me abandono como un títere en tus manos expertas mientras mueves los hilos de seda invisible que me atan a ti y comenzamos a bailar una música extraña sin melodía conocida pero cuyo ritmo nos posee. No hace falta decir palabra alguna, nuestros cuerpos hablan por nosotros y así, con un silencio elocuente, conversamos con caricias, discutimos mientras nos mordemos, intercambiamos nuestro sudor y finalmente acordamos suspirar abrazados. Nada es más importante que estos momentos y el señor tiempo lo sabe, deteniendo benevolente su camino para permitir que los amantes disfruten un poco más de los instantes de placer.

Todo puede ser simplificado hasta tal punto que las Matemáticas sean capaces de explicar su funcionamiento y la ecuación del placer resulta sencilla cuando está planteada en la teoría pero algo difícil de resolver en la práctica, sobre todo cuando faltan datos para poder despejar las incógnitas.

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Pero como siempre digo, más vale fracasar por no haberlo conseguido que por no haberlo intentado.

Pensamiento del día

La exactitud sólo ocurre en la teoría, es por eso que la práctica suele ser un tanto distinta.

Las previsiones rara vez son completamente acertadas.

En compañía y buena bebida las conversaciones tienen un tono algo distinto.

Pensamiento del día

Eye Lesson

Las clases prácticas siempre son más divertidas que las teóricas.

A veces simplemente te das cuenta de lo que es más adecuado para ti; hazte caso.

Si alguien se justifica ante ti sin tú haber pedido explicaciones realmente lo hace porque tiene algún sentimiento de culpa y simplemente desea sentir que tiene su conciencia tranquila.

Pensamiento del día

Cada persona tiene sus costumbres y su forma de hacer las cosas pero no ser flexible al respecto indica cierto grado de obsesión.

Moderación, una palabra que muchos conocen pero pocos llevan a la práctica.

La responsabilidad para tomar última decisión sobre nuestras acciones siempre recae sobre la misma persona: uno mismo.

Pensamiento del día

Algunas personas deberían venir con un botón de «silencio» incluido.

Los consejos no sirven de mucho si no son llevados a la práctica.

Si tienes pocas personas con las que puedes contar no te debes sentir abatido por ello sino alegre por conocer lo poco que puedes esperar del resto.