Pensamiento del día

Es en las situaciones desesperadas cuando sale a relucir a verdadera naturaleza humana

Siempre ocurre lo mismo, quien está dentro desea volver a salir y quien está fuera ansía poder entrar.

Nunca escupas hacia arriba, nunca mees en contra del viento, nunca digas de este agua no beberé, nunca digas que esta es la última vez, y sobre todo nunca digas nunca.

Pensamiento del día

Algunos símbolos que usamos a menudo se han pervertido tanto que han perdido su significado original.

Puedes tener de todo pero, hasta que no entiendas que realmente no posees nada, no podrás ser feliz.

Aunque la mayoría de las personas normalmente se ven sorprendidas por la honestidad y la sinceridad, muy pocas pueden negar la naturaleza atractiva de una adecuada expresión llena de franqueza.

Campanas de Gauss

DSCN0164A menudo encuentro excusas para ponerme a divagar y no es que las busque de manera intencionada, simplemente aparecen ante mí y, al igual que un pequeño resorte, hacen que mi maquinaria mental comience a funcionar.

La belleza exterior no compensa las carencias interiores, ni mucho menos al contrario. En realidad, ahora que lo pienso, ella tampoco es nada del otro mundo pero claro, en aquel entonces yo estaba enamorado y ahora no. El amor hace que veamos con otros ojos a nuestra pareja e, incluso, la tomemos como el último reducto de belleza en el mundo. Esto no tiene por qué ser necesariamente negativo, es algo que asegura la continuidad de la relación y la fidelización de los implicados.

El problema llega cuando te das cuenta, tal vez demasiado tarde, de todo esto: la relación comienza a degradarse hasta tal punto que la disolución es inevitable. Al menos te queda el consuelo de haber aprendido algo de todo ello y que será de gran ayuda en el futuro.

Todos opinamos cuando algo es bello, atractivo o simplemente nos gusta. Dicen que la belleza está en los ojos de quien mira, y se antoja como una idea realmente romántica, pero la realidad es que la belleza está en la mente que la evalúa. Nos pasamos toda la vida comparando variables extrañas con variables ya conocidas en nuestro cerebro y así, de esta manera, podemos saber qué es correcto, si esa persona resulta conocida, lo que nos gusta o cómo realizar correctamente una tarea. Sin embargo, a pesar de parecer algo sencillo en realidad estos juicios de valor se basan en procesos más complejos. Por ejemplo, podemos saber si una persona nos gusta o no, pero esto engloba multitud de matices como podría ser su configuración anatómica, el sentido del humor, la manera de hablar o el olor corporal.

En realidad, la clave de todo radica en una sencilla media aritmética salvo que, en este caso, el resultado no es numérico porque el valor de cada variable no es objetivamente cuantificable. Tomando todas las variables que uno considera como importantes, si el resultado se encuentra dentro del dominio de nuestra campana de Gauss particular que para nosotros representa todo aquello que nos gusta, entonces uno puede decir que está satisfecho. Y aunque en un principio parezca incongruente teniendo en cuenta la particular naturaleza inconformista que algunos poseemos, cuando nos embarga esa extraña sensación de plenitud es cuando realmente nos convencemos de que esa es la persona adecuada.

Qué simple y complicado es todo y nada a la vez.

Pensamiento del día

A todos nos llega el momento en el que tenemos que enfrentarnos a aquello de lo que hemos estado huyendo.

No confíes en la improvisación, su naturaleza es demasiado caprichosa.

Nunca he sentido compasión por aquellas personas que reciben lo que merecen.

Pensamiento del día

Corset

Hay quien busca de manera artificial la belleza que no le ha sido conferida por la naturaleza.

Con el tiempo te vas dando cuenta que muy pocas personas verdaderamente tienen buenas intenciones.

No arriesgar supone la seguridad de no perder pero también conlleva no ganar nada; por eso normalmente compensa.

Pensamiento del día

La naturaleza caprichosa de la inspiración hace que aparezca en los momentos más inesperados.

Hoy en día hay demasiada inteligencia superficial.

Tal vez la madurez y el romanticismo sean incompatibles; el romanticismo es demasiado infantil y la madurez es demasiado débil.