Pensamiento del día

La envidia nace de nuestra incapacidad para valorar adecuadamente aquello que poseemos.

Algunas personas son como los lastres, hasta que no te deshaces de ellas no podrás ascender.

El interés mutuo es el combustible de toda relación interpersonal; cuando falla por alguna de las partes el fin es inevitable.

Pensamiento del día

La lluvia trae consigo muchas historias, tan sólo hay que saber escucharla.

Sólo mirando de dónde vienes puedes comprender por qué te encuentras aquí; ya luego podrás decidir hacia dónde te quieres dirigir.

Si quieres llegar a la superficie primero debes soltar el lastre que te hunde; si quieres despegar antes has de deshacerte del exceso de peso; si quieres navegar entonces tienes que librarte de lo que te ancla.

Símiles [y II]

Patio góticoIntenta imaginar al amor como una entidad en sí misma, no como una posesión única y exclusiva de cada individuo participante en una relación interpersonal en la que participe dicho ente. Es un organismo pensante, calculador, maquiavélico, disfrazado de alegría e ilusión, infantil por momentos, para luego transformarse en tristeza y melancolía, doloroso despertar de un sueño.

O no, tal vez es inocente y, como tal, se le puede reprochar todo pero no se debe exigir compensación por nada. Tal vez es ignorante de las consecuencias que provocan sus actos, como un niño que desconoce la dirección de sus pasos pero simplemente echa a andar.

Sea como fuere, el amor es diferente para cada persona que lo sufra o lo disfrute, y sólo podemos ser jueces y verdugos de nosotros mismos y nadie más. Nada ni nadie se puede salvar de ser diana de comentarios, pero existe una gran diferencia entre las personas y el amor: las personas se ven afectadas por los comentarios pero el amor no, porque para él ninguna persona tiene la potestad para hacer un juicio de valor sobre él.

El amor está por encima de asuntos mundanos, del dinero, bienes materiales, razas o creencias religiosas, por eso es tan peligroso y tan temido por algunos. Su poder radica precisamente en su condición de universal, y por eso sólo puede ser atacado por otros sentimientos, como enemigos que aprovechan algún pequeño resquicio de debilidad.

El amor exige exclusividad, porque cuando aparece una o más variables externas a la ecuación existente entre «x» e «y» (o entre «a» y «b», por aquello de los cromosomas diferenciadores), el amor pasa de ser un medio de comunicación bidireccional a convertirse en una mentira unidireccional.

El amor exige dedicación total e incondicional entre los elementos que conforman la pareja y si no, se convierte en un pasatiempo teatral aderezado, con suerte, con pequeños divertimentos que enmascaran a modo de especias el sabor amargo de la situación.

El amor es tan magnánimo que nos da la libertad de actuar como nosotros deseemos pero, si no cumplimos sus designios, deberemos cargar con el pesado lastre de las consecuencias.

El amor no toma rehenes, exige rendición o castiga con la muerte. Es brutal, es extremista, y si no se comporta así es que no es amor, es una suerte de capricho, una atracción mal definida o un simple pasatiempo para aquellos que toman la soledad como algo tedioso y odioso.

Pensamiento del día

lastre

Le estoy cogiendo el gustillo a esto de soltar lastre, me quedo con una sensación sublime, casi como más ligero.

Paso de entrar en jueguecitos de descalificaciones porque creo que saldrías perdiendo y sería demasiado fácil.

No sé si te has dado cuenta de lo que has hecho. El cariño y el respeto son para mí dos pilares básicos, y un atentado contra cualquiera de estos estamentos pone en jaque cualquier relación interpersonal que esté manteniendo. El resto es causalidad.

Me cansé

cansancionCansado de perder el tiempo como relojero loco. Cansado de bailar al son de una titiritera caprichosa. Cansado de ser veleta mecida por el soplo de labios inertes. Cansado de esperar la espera de la esperanza basada en la espera. Cansado de recibir como premio desilusiones por esperar encontrar donde no hay. Cansado de mantener con seguridad mi posición ante una persona insegura de sí misma. Cansado de tener esa sensación de «estoy haciendo el gilipollas».

Pero eso ya pasó porque es todo pretérito perfecto simple, porque lo estuve pero ya no. En mi presente estoy soltando lastre cual globo aerostático con ansias de alcanzar la estratosfera. Así me siento yo después de poner soluciones a problemas por demasiado tiempo postergados. Y es que no hay nada como abandonar las turbulencias del cielo de la incertidumbre para, al fin, poder navegar en mi globo, dejándome llevar por las suaves corrientes y subiendo, siempre subiendo.