Un pasado en blanco y negro

De nuevo ando el camino hacia aquella calle, aunque sé que mi destino es ninguna parte. En mi memoria guardo aquellos secretos y también los pasos que me llevaban hasta tu cuerpo, pero sé que si regreso allí me dolerá el pecho más aún.

Y quién sabe cuánto más dolor será capaz de guardar antes de romperse.

Supongo que eres una batalla que nunca acepté que perdí, otra derrota más en esta guerra interminable que es anhelar todo lo que quiero. ¿Pero qué puedo hacer para luchar contra el hechizo de ese deseo que tanto niego y tanto evito?

Y lo intento, pero de nuevo siempre me reclama la nostalgia de aquellos momentos que tanto insisto en coleccionar, como en un álbum de fotos. Que de nuevo abro para mirar como un tonto aún sabiendo que me desconsolará saber que aquellos días tristes, tus noches a mi lado, mis versos escritos y los pecados que nos regalamos ya no son más que un recuerdo de un pasado en blanco y negro.

Pensamiento del día

Algunas guerras nunca tendrán fin.

La experiencia sólo existe para aquellas personas que saben aprovechar sus enseñanzas.

Todo el mundo necesita cierto grado de atención humana en su vida; tu atención es valiosa porque cubre las necesidades sociales de otros. Si no recibes de vuelta el esfuerzo que estás invirtiendo en una persona, deja de invertir.

En estas fechas tan señaladas

Mesa de Navidad [II]Estas fechas en las que estamos son muy señaladas, de hecho no hace falta sino mirar al calendario para ver que tanto el 25 de diciembre como el 1 de enero están señalados en rojo para dejar constancia que son días festivos, que no quiere decir que sean de fiesta, alegría y jolgorio, sino simplemente que no son laborables. Quizás sea por todos los acontecimientos de mi pasado, quizá sea por mis circunstancias familiares presentes o por mis fantasmas de las Navidades futuras, pero esta época del año me resulta un poco más nostálgica y melancólica que de costumbre.

El tema del consumismo está muy manido y no hace falta entrar en profundidad a analizar el modelo de negocio creado por las marcas para hacernos creer que lo más caro es lo mejor. Son bienes materiales al fin y al cabo, y todo lo material no genera sino una felicidad condicionada a su posesión que, por otra parte y por extensión, es el germen incongruente del temor por perderlo. Prefiero no seguir hablando del tema, podría acabar convirtiendo este post de buenas intenciones en una nueva guerra dialéctica contra un enemigo invisible.

No obstante, y a pesar de la resistencia natural que se consigue desarrollar, uno acaba por contagiarse de esta extraña sensación, como si de algún tipo de virus se tratase, o como si por arte de ósmosis atravesase mi barrera semipermeable particular. Mi pensamiento para este día es el siguiente: los buenos deseos no se deben quedar relegados a dos semanas en diciembre, así que muchas felicidades para los próximos 364 días. Y recuerda, vive con intensidad.

Pensamiento del día

El arte es otra forma de guerra.

A veces desearía ser un cabeza hueca; parece que tienen vidas mucho más felices.

Aquellos que critican a los individuos de la siguiente generación a menudo se olvidan de quiénes son los responsables de haberlos criado.

¿Israelitas o israelíes?

Siempre he tenido la duda sobre cómo llamar a los oriundos de Israel, porque he leído las dos maneras. La razón de esta historia no tiene tantos fines lingüísticos, simplemente es una excusa para soltar mis malas ideas escatológicas que pesan sobre todos estos hijos de puta que se dedican a bombardear el Líbano o bien están a favor de estos bombardeos.

terroristMe hace gracia que los otros hijos de puta que son los Estados Unidos, que se meten en todos los conflictos que pueden, justo en este no tienen nada que decir en contra. Es más, el cowboy retrasado que tienen de presidente no tiene ningún tipo de problema para decir que lo único que hace falta es bombardear un poquito más para quitarse el problema de encima. Lo que quizás muchas personas no sepan es quién manda en Estados Unidos. Todos los políticos son marionetas de espectáculo barato y los titiriteros son los empresarios, el motor económico de ese trozo de mierda en el mapa que se extiende por cuatro husos horarios.

Lo más inquietante de todo no es que las empresas de armamento se froten las manos con el mercado armamentístico que se les presenta encima de la mesa, lo realmente espeluznante es que la riqueza de Estados Unidos está en manos de judíos. Sí, los judíos, cuya cuna de sus antepasados fue Israel y que pasaron por tantas penurias a lo largo de la historia, mártires del mundo por ser el pueblo elegido de Dios y siendo todos hijos de Abraham, tocayo mío. Luego, ya se pueden ir haciendo a la idea de por qué a EE.UU. no le importa que los cabrones de Israel maten inocentes, es más, creo que disfrutan viendo cómo después de años de ser perseguidos pueden volverse contra el mundo que los odió y darle por culo, en pura actitud rencorosa y vengativa.

Tiempo al tiempo, sólo digo eso, que Israel por ahora sólo se está centrando en sus vecinos, pero llegará el día en que España se vea amenazada por este país. Mientras tanto, en EE.UU. «Bush Jr.» estará dando saltos de alegría ante la perspectiva de volver a colocar en el poder de nuevo a «Ansar«, su fiel perrito faldero. Después de todo, los Estados Unidos ya tienen experiencia en cololocar dictadores en otros países, como por ejemplo, en Sudamérica.