Vi veri veniversum vivus vici.
Yo, hay tantas cosas que no entiendo…
No se trata de cuestionar las acciones derivadas de la necesidad. La verdadera cuestión es la ausencia o no de dicha necesidad.
El deseo siempre es positivo, nunca negativo.
Los seres humanos siempre deseamos lo que queremos, nunca lo que no queremos. Incluso si queremos algo indeseable esto implica que lo queremos.
Si esperas que alguien actúe como tú piensas que actuarías en una situación determinada cometes un error. En primer lugar, es probable que en esa situación tú no actuases de esa manera. En segundo lugar, no puedes pretender que las personas actúen de una manera predeterminada por ti. Somos seres vivos que respondemos de manera variable ante los estímulos y no podemos modificar el proceder de otra persona según nuestros deseos. Por eso, es probable que te lleves muchas desilusiones al esperar algo que es muy difícil que suceda.
Existen personas que se aferran a las cosas de manera enfermiza.
El grado de exigencia que tenemos con las cosas es directamente proporcional a nuestro nivel de inteligencia.
Cuando explicas algo de manera clara y concisa lo haces pensando que la otra persona es suficientemente inteligente como para entederte a la primera. Cuando tienes que explicarlo de nuevo, ya sabes que es más estúpida de lo que pensabas inicialmente.