Saber envejecer

DSCN0015Aunque la muerte sea el fin común a todos nosotros, hay algunos para los que el camino es cuesta arriba, otros recorren una llanura totalmente rasa y también los hay que aceleran su paso mientras descienden por una pendiente. También hay quien, en un arranque infantil, se declara en huelga y piensa que con no celebrar cumpleaños podrá lograr detener la procesión de las hojas del calendario pero lo cierto es que no se puede detener el latir del corazón a voluntad. Si fuera así, más de un amor roto se cobraría algo más que sentimientos.

Todos envejecemos, con más o menos prisa, con o sin ayuda, y muy pocas veces sabemos cómo hacerlo.

Hay personas que tratan de ocultar los signos más visibles del paso del tiempo, ya sea usando productos cosméticos o recurriendo a la aguja y el bisturí. Hazme caso, no te maquilles para disimular la irremediable marca de los años, hazlo porque te apetece sentirte más guapa, que no atractiva. La experiencia te enseñará que el atractivo depende mucho más de lo interesante que puedas llegar a ser que de la belleza porque, al fin y al cabo, es efímera. Las arrugas son como las cicatrices, recuerdos de batallas, o como los surcos de los antiguos discos de vinilo que al ser recorridos pueden contar muchas historias, así que no te avergüences porque son ellas las que guardan tus secretos.

Uno de los propósitos más acertado que podemos marcarnos en la vida es no perder nunca las ganas de reír, ocurra lo que ocurra, pues con cada carcajada brotan de nuestro interior algunas horas que le robamos al particular reloj de nuestra cuenta atrás. Las sonrisas francas y el sonido de una risa alegre, eso es lo que nos hace jóvenes.

Otro propósito es mantener la curiosidad, la manera de mirar al mundo que tienen los niños y las inquietudes que despiertan en ellos los misterios que no conocen. Tal vez con tus años ya tengas cierta experiencia que te haga comprender los acontecimientos del día a día con mucha más facilidad que cuando eras más joven, pero no por ello debes dejar de cuestionar las cosas; mantén tu mente despierta y ágil con el pensamiento crítico.

El último propósito que te voy a decir es que no reniegues nunca de tu reminiscencia. La memoria te debe servir para algo más que para mirar con nostalgia los recuerdos de tiempos pretéritos, también debes aprovechar las enseñanzas que te ha aportado tu pasado para saber discernir si quieres volver a cometer los mismo errores o no. En muchas ocasiones comprobarás que muchas de esas decisiones que en su momento consideraste como fallos en realidad fueron auténticos aciertos, así que no temas reincidir.

Recuerda, uno es tan viejo como uno se llegue a sentir.

Adiós, amor

AVISO: existe una nueva edición de «Adiós, amor» disponible desde diciembre del 2017. Sigue el siguiente enlace:

2ª EDICIÓN DE «ADIÓS, AMOR»


He decidido sorprender y hacerme un regalo con la excusa que hoy es mi vigésimosexto cumpleaños.


La contraportada y la portada

Después de un esfuerzo increíble he conseguido terminar con este proyecto en el que llevaba embarcado desde hacía tantos meses. Es difícil para alguien inconformista colgar el cartel de «FIN» en algo así, sobre todo porque lo que comenzó siendo un par de hojas escritas ha acabado siendo algo más que eso, un lugar donde he ido apuntando día a día las ideas que han ido surgiendo. Nunca he pensado en ganar dinero a costa de mis palabras, no soy un escritor profesional ni nada parecido, así que por eso he decidido publicarlo como una edición digital con una descarga libre para todo el mundo.

Seguramente, a pesar de haber revisado el texto una y otra vez todavía contenga algún que otro error gramatical, falten palabras o sobre alguna. En caso de ser así, espero ser avisado para poder corregirlo en la mayor brevedad.


Suma y sigue

birthdayBueno, este viernes fue mi vigésimotercer cumpleaños [o viejésimotercer, según se mire]. Nunca le he dado especial importancia al 8 de junio más allá del aniversario de mi alumbramiento, quizás porque no lo celebro con fiestas multitudinarias ni tampoco recibo muchos regalos, o simplemente porque es una fecha egoísta en la que el protagonista soy nada más que yo.

El único cumpleaños que tuvo mayor importancia para mí fue cuando cumplí los 18 por aquello de la edad legal límite y esas cosas. Recuerdo que por aquel entonces hubo cierto problema en la relación que mantenía, y también recuerdo los regalos que recibí. Durante cuatro años más seguí recibiendo los regalos que ella me hacía, y eso era lo único que le daba un toque especial a ese día.

Este año ha sido una vuelta a los orígenes, cuando «sólo» tenía la felicitación de mis padres y mis amigos, y este año he vuelto a recordar que eso es lo más importante, los sentimientos sinceros de la gente a la que tanto quieres. El resto son cosas superfluas, materiales, que se pueden romper, quemar o perder, pero los sentimientos no.

Por supuesto no pienso devaluar las cosas que me han regalado, pero para mí sigue siendo más importante un beso, un abrazo o unas palabras amables y sinceras que todo lo demás.

Pensamiento del día

kitty

Look at the kitty! She’s not bad…

«Sólo un loco celebra que cumple años» – Bernand Shaw

Soy el Principito de Antoine de Saint-Exupéry. También soy el Salvaje de Aldous Huxley. ¿Quién más me falta?

Estamos ahí

beNada, aprovecho un momento de tranquilidad relativa en el trabajo para dar señales de vida en plan «eoo, estoy aquí, sigo vivo». Recientes acontecimientos en mi espacio-tiempo me han impedido usar los ratos libres que solía disponer para escribir boberías por estos lares:

  • Pacientes fuera de horas de trabajo en Ifara.
  • Servicio técnico para el ordenador de mi padre.
  • Viernes Santo [léase como patear durante todo el día en La Laguna y descalzo].
  • Salidas nocturnas hasta horas intempestivas.
  • Dormir 8 o más horas después de las salidas nocturnas.
  • Cierta rubia de ojos verdes con una inexplicable capacidad para abducirme con suma facilidad.
  • Diversos cumpleaños.
  • Una guitarra española que me sirve de base para ir aprendiendo a tocar este instrumento.
  • S.T.A.L.K.E.R.: Shadow of Chernobyl.

Así que por estos y otros motivos que no vienen a cuento mencionar, he dejado el blog un poco abandonado pero, siento decirlo, vale más la pena vivir las cosas que escribirlas. Bueno, sigo trabajando, ya nos vemos.