Conversaciones con Demian

–¡Oh! ¿Por qué se lo ha dicho a usted? ¡Yo pasaba entonces el peor momento de mi vida! 

–Sí. Max me dijo: Sinclair tiene ahora que superar lo más difícil. Está intentando refugiarse en la masa; hasta se ha convertido en cliente asiduo de las tabernas. Pero no lo conseguirá. Su estigma está escondido pero arde en secreto. ¿No fue así?

–¡Oh, si! Así fue exactamente. Entonces encontré a Beatrice y por fin apareció un guía. Se llamaba Pistorius. Me di cuenta de por qué mi infancia había estado tan ligada a Max, de por qué no podía liberarme de él. Querida señora, querida madre, en aquellos días creí muchas veces que tenía que quitarme la vida. ¿Es el camino tan difícil para todos?

Me pasó la mano por el pelo, suavemente como el aire.

–Siempre es difícil nacer. Usted lo sabe; el pájaro tiene que luchar por salir del cascarón. Reflexione otra vez y pregúntese: ¿fue tan difícil el camino? ¿Fue sólo difícil? ¿No fue también hermoso? ¿Hubiera usted conocido uno más hermoso y más fácil?

Negué con la cabeza.

–Fue difícil –dije como en sueños–, fue difícil hasta que apareció el sueño.

Ella asintió y me miró intensamente.

–Sí, hay que encontrar el sueño de cada uno, entonces el camino se hace fácil. Pero no hay ningún sueño eterno; a cada sueño le sustituye uno nuevo y no se debe intentar retener ninguno.

Me sobrecogí profundamente. ¿Era aquello un aviso? ¿Era ya una advertencia? Pero no me importaba; estaba dispuesto a dejarme conducir por ella y no preguntar por la meta.

–No sé –dije– lo que ha de durar mi sueño. Quisiera que fuera eterno. Bajo la imagen del pájaro me ha salido a recibir el destino, como una madre, como una amada. A él le pertenezco y a nadie más.

–Mientras su sueño sea su destino, debe serle fiel –concluyó ella gravemente.

Se apoderó de mí la tristeza y el deseo ardiente de morir en aquella hora mágica. Sentí brotar las lágrimas incontenibles y arrasadoras: ¡ cuánto tiempo hacía que no lloraba! Bruscamente me aparté de ella, me acerqué a la ventana y miré con ojos ciegos por encima de las flores. A mi espalda oí su voz, tranquila y sin embargo tan llena de ternura, como un vaso de vino colmado hasta el borde.

–Sinclair, es usted un niño. Su destino le quiere. Un día le pertenecerá por completo, como usted lo sueña, si usted le es fiel.

Hermann Hesse. Demian

Desactivar el buzón de voz en Yoigo

yoigoBuzón de voz o contestador, da igual como lo llames, la cuestión es que prácticamente a nadie le gusta llamar por teléfono y que te cobren la llamada porque salta el dichoso contestador. Hasta ahora no sabía que mi teléfono Yoigo tenía ese servicio activado por defecto así que, al igual que hice con Movistar, le pedí a San Google que me diese una solución. En la página web de Yoigo para tal menester hay una explicación bastante extensa sobre el servicio de desvío de llamadas…

Tonterías.

Lo primero que debes tener en cuenta es que en el servicio de desvío de llamadas están incluidos el servicio de aviso de llamadas perdidas y el servicio de contestador, así que tienes que elegir si quieres desactivar todos los servicios o sólo el contestador.

  1. Si quieres desactivar el contestador y mantener el aviso de llamadas perdidas (lo más recomendable):
    • Cuando comunicas o estás ocupado marca *67*556#.
    • Cuando comunicas o estás ocupado marca *62*556#.
    • Cuando no contestas: *61*556#, en este caso no te mandaremos un mensaje de texto ya que tu teléfono te mostrará directamente las llamadas perdidas que no hayas respondido.
  2. Si quieres desactivar completamente todos los servicios de desvío de llamadas (aviso de llamadas perdidas y contestador):
    • Cuando comunicas o estás ocupado marca #67#
    • Cuando estás fuera de cobertura o tienes el teléfono apagado: #62#
    • Cuando no contestas: #61#

Y ya está.