Definitivamente…

futbol

Me parece que se le ha dado demasiado bombo mediático a todo lo que ha ocurrido con Puerta, simplemente porque vivimos en la sociedad de los fichajes y los partiditos de fútbol. Las tragedias suceden todos los días fuera de los campos de fútbol, pero parece que no es tan importante, ¿verdad?

¿Cuántas personas mueren hoy en día por enfermedad? ¿Cuántas sufren cada día? ¿Sólo porque era famoso hay que darle tanta importancia a su muerte? Creo que merece la misma importancia que la muerte de un niño por cáncer, un anciano por ictus hemorrágico o un chaval por tirarse de cabeza a una piscina poco profunda.

Es una pena que haya muerto, como cualquier otro ser humano, pero también es una pena que mi paciente no pueda volver a caminar porque le van a amputar una pierna y sólo yo me preocupo. Si fuese un jugador de fútbol, ¿a que sería distinto?

Reflexionemos un poco por favor… Aquellos que quieran, claro.

Hablando en un foro sobre la muerte de Antonio Puerta. Es que hay cosas que me tocan la moral demasiado… Y por eso escribo lo que escribo.

Fuerteventura [y II]

caleta de fusteBueno, procrastinando un poco [como siempre], no me he puesto a escribir acerca de las mini-vacaciones por tierras majoreras, qué le vamos a hacer, pero es que las noches desde que llegué han estado ociosas en casa de [E] jugando al 50×15 versión juego de mesa.

El viernes nos recibieron en el aeropuerto y nos llevaron a la playa. He de decir que el sol en Fuerteventura no es igual que en Tenerife, porque a los 20 minutos de estar en la playa mi piel ya había adquirido cierto tono rojizo, es decir, la DME para mi dermis no es la misma en Punta Brava que en la playa de Caleta de Fuste [a.k.a. El Castillo].

jandiaLa noche del viernes se confundió con la mañana del sábado por aquello de haber ido a Jandía a la terraza anexa a la de los campeonatos de windsurf, haber estado bebiendo ron Santa Teresa con refresco de cola para quitar el frío y haber dormido dos horas en el coche. La fiesta estuvo genial, ya que el hecho de estar en pantalones cortos y bailando sobre la arena de la playa al ritmo de diferentes canciones con muchachas endémicas de la isla hizo que se pasara el tiempo prácticamente volando. Luego vino el baño mañanero y una cabezadita en las hamacas de la playa durante una hora para luego desayunar unos sandwiches de queso y chorizo con zumito de melocotón. Total, que me vine a quitar las lentillas 27 horas después de habérmelas puesto, y demos gracias a que no me hicieron daño y no acabé con los ojos inyectados en sangre.

Llegamos a Corralejo a las doce y algo, y fue caer en la cama y quedar roque hasta las 7 de la tarde, buena hora para empezar a prepararnos para salir a cenar y luego continuar con la fiesta. Tanto fue así que me vine a dormir a las 8 de la mañana del domingo después de incontables cervezas y sugerentes bailes. En cuanto a la compañía femenina, me abstengo de comentar nada al respecto :angelnot:.

El domingo a las 2 de la tarde cogimos el coche y nos fuimos al Cotillo, a una cala remota llama Esquinzo. Desde lo alto del acantilado divisamos una playa preciosa a la que se accede por un camino de cabras para luego descender por una duna inmensa hasta el nivel del mar. Había 20 personas a lo sumo, y la mitad estaba en el agua con tablas de surf aprovechando las pequeñas olas que se formaban. Lo pasé del diez, aunque también tuvo mucho que ver la buena compañía, todo sea dicho de paso.

esquinzo

En la noche del domingo ya se hacía notar el cansancio acumulado de los días anteriores, así que directamente nos fuimos a dormir a la cama porque al día siguiente había que madrugar para ir al aeropuerto. Ya el lunes vino la parte más triste del viaje, la despedida, pero con promesas [y muchas ganas] de volvernos a ver.

Mención especial a Islas Airways con su retraso de 1 hora sobre el horario previsto de regreso a Los Rodeos, pero bueno… Siempre tiene que haber algo malo, y me alegro que haya sido al final del viaje.

Valoración semanal

policía!Bueno, atendiendo a la parte más negativa de esta semana podría decir que me gustaría eliminarla de mi línea temporal, pero como la parte positiva supera con creces a su antónima me hallo en posición de afirmar que ha sido una de las mejores semanas del mes y del año. El lunes pasó lo que pasó, pero incluso con la tristeza general de la situación al menos conseguí llevarme la parte más positiva.

El martes fue un festival de felicidad, no sé si por la sensación de júbilo en sí o por la comparación con el día anterior. La cuestión es que en el trabajo me lo pasé genial y luego de noche de fiesta me lo pasé igual o mejor. El miércoles por la mañana el partido, con la parte negativa de las lesiones, y la felicidad de la victoria conseguida. El jueves fue quizás el día más flojo, al menos por la mañana, porque por la noche volví a salir de fiesta y de nuevo me lo pasé del diez. El viernes por la mañana tuve otro partido en el que sufrimos lo indecible hasta conseguir otra victoria. Luego fui a la chuletada en casa de [R], coincidiendo con que acababa de llegar de Valencia del curso de Maitland, así que estuvimos actualizándonos mutuamente. Por la noche otra vez de fiesta con la gente de clase, una fiesta pasada por agua por la continua llovizna que estaba cayendo en La Laguna, pero con la diversión de las compis.

El sábado merece una mención aparte, porque aunque durante el día no hice nada medianamente provechoso, a partir de las 19:00 empecé con los preparativos para la cena de empresa. A las 22:00 llegué al Club Náutico y saludé a los que ya estaban allí, vacilando y riéndonos. Canapés, picoteo y luego la cena en cuestión, que aunque no fue nada del otro mundo estaba bastante buena. Después se hizo una especie de sorteo en la que me tocó ser la mano inocente que sacudía la urna que contenía las papeletas con los números. El premio estrella fue un fin de semana para dos personas con todos los gastos pagados en Ifara, increíble pero cierto.

El Equipo F al completoLuego empezó [G] a tocar el organillo y algunos se aventuraron a saltar a bailar después de que los jefes inauguraran oficialmente el baile. El enfermero que siempre se pasa con los comentarios salidos de tono empezó a hacer un strip-tease mientras los demás tíos mirábamos con cara de pasmados el espectáculo tan vergonzoso. Al final cumplimos lo que nos propusimos [J] y yo, quedarnos hasta el final, después de que todo el mundo se fuese al Tangara a seguir la fiesta. Nos quedamos los jefes, [A], [N], [S] y el equipo F, cantando con el acompañamiento de [G]. Para terminar, sesión de chistes a cargo de [J] y [A].

Cuando ya nos fuimos del Club Náutico a las 3:00 decidimos ir [M] y yo al Tangara para quitar las ganas de bailoteo, porque el resto se tenía que recoger por una u otra causa. Pues nada, fuimos los dos fisios todos decididos a la discoteca en cuestión y lo primero que nos encontramos fue un control conjunto de la Unipol y la Policía Nacional, que no nos hicieron parar, pero se veían un par de jacosos contra la pared y esposados. No sé, daba miedo ver tanto policía junto y se notaba la tensión en el ambiente. Seguimos subiendo, pasamos el Kalima, el Mambo y cuando ya estuvimos cerca del Tangara nos econtramos con una cola de gente kilométrica. Nos pusimos en fila y menos mal que me dio por acercarme a la entrada para poder ver el cartelito de aforo completo. Después de discutir sobre qué destino tomar, el hecho de ver a la gente de Ifara saliendo del interior para irse ya cada uno a su casa nos dio la excusa perfecta para decidirnos a marcharnos a La Laguna. Yo en realidad no pensaba encontrar nada abierto, pero como la compi vive arriba pues nos cogía de camino.

Efectivamente, no había nada abierto, así que la llevé hasta su casa y después de dejarla me recogí para la mía. A las 4:00 ya estaba con mi pijamita en la cama, dispuesto para dormir todo lo posible. Me desvelé a las 13:00 cuando llegó mi madre, pero me di la vuelta para el otro lado y seguí con lo mío. Al final me desperté a las 16:00, con un hambre leonina, almorcé y desde entonces no he hecho nada medianamente aprovechable. Resumiendo, la semana empezó de puta pena y ha acabado del diez. ¡Sólo espero que la próxima acabe aún mejor!

Lesionados

footballHoy tuve partido en El Cantillo, Tacoronte, y aunque ganamos 0-3 [la primera victoria fuera de casa] no acabé con buen sabor de boca. Un jugador acabó con una contusión importante en el pómulo derecho por un codazo. No hubo solución de continuidad, sólo una pequeña epistaxis, pero el chico contaba que tenía la sensación de que se le iban a caer los dientes, probablemente debida a la irritación del nervio maxilar superior.

El siguiente lesionado iba a ser mucho más complicado, una fratura de Colles del brazo derecho por una caída. Jamás había visto una fractura de este tipo en persona, sólo en la teoría y en fotos, pero tengo que decir que es bastante llamativa. La forma en tenedor, la deformidad distal del cúbito y el radio eran exageradas. Comprobé el pulso radial para descartar compromiso de la arteria y rápidamente llamé al 112 para que se lo llevasen al servicio de urgencias para evitar males mayores.

Desde luego, en lo que va de temporada ya he tenido más lesionados graves que los que tuve en el Tenerife C la temporada pasada. Por cierto, tengo que comprar una grapadora para suturar sobre la marcha y más tensoplast que ya no me queda apenas.

Bautismo marino

waveHacía años que no cogía olas con tabla [bodyboard], recuerdo que la última vez fue en Valle Gran Rey y casi no la cuento, porque me cayeron encima tres olas de una serie de 2 metros. Después de esa experiencia traumática dejé la tabla aparcada durante bastante tiempo y acabé cogiéndole gusto a coger olas de pecho [bodysurf] pero más pequeñas y no tan de cucharón. Años después, en la playa de La Tejita me ocurrió un acontecimento parecido al de La Gomera en el que aparte del susto me quedó como recuerdo una brecha sangrante en la cabeza.

bodysurfPues bueno, esa vez no dejé mi afición a coger olas de pecho, y de hecho he pasado muy buenos momentos con las olas juguetonas de Punta Brava, sobretodo aquel en el que salté por los aires, pero [M] me reavivó mis antiguos recuerdos de bodyboard. Hace un par de semanas fuimos a Taganana con las tablas para reirnos un poco con las olitas que había en la playa del pueblo. Recordé cómo coger las olas de derecha e izquierda, a hacer el patito, incluso a ponerme de torero.

Estos últimos días ha habido mar fuerte según los datos de la boya de Anaga, y ya [M] me había dicho de ir a Taganana cuando las olas eran un poco más pequeñas pero yo tenía las tardes ocupadas. Ayer al final pudimos ir y justo coincidió con el día de mayor fuerza, con olas de 2-3 metros en la playa de Almáciga. Nada más llegar me empezaron los primeros ataques de mi subconsciente, con temblores al ver las olas y acordarme de mis otras dos experiencias, maldito sea. Tenía el equipo de [H] que me había prestado y me preparé calentando bien las articulaciones. Nos echamos a la mar y desde el principio empecé a notar que algo no iba bien, mi resistencia no era la misma que años atrás así que empecé a notar el cansancio mientras remaba hacia los picos.

[M] iba como si nada y yo cada vez me veía más lejos de él, y me costaba cada vez más hacer el pato para evitar las olas hasta que llegaron las dos últimas de la serie fuerte y me cogieron bien. Entre el cansancio que tenía y lo apurado que me puse se me soltó la tabla [cosa que se debe evitar SIEMPRE] y perdí la orientación de arriba y abajo. No sé cómo pero llegué a tocar el suelo y me pude impulsar hacia arriba mientras notaba que se me acababa el aire. Logré aferrarme a la tabla justo a tiempo para coger aire y volver a hacer el pato pero no lo suficientemente profundo así que me volvió a coger la última ola. Otra vez se me resbaló la tabla pero al notar que me tiraba pues pude salir rápidamente aunque apurado por el miedo inconsciente que sentía. Me pude separar de la zona de pico fuerte y logré llegar hasta donde estaba [M] reventado y con ganas de salir del agua por cualquier medio.

Las olas llegaban y no paraba de remar para no tener que verme obligado a hacer el pato sino pasarlas por encima. De pronto vi una ola bastante grande que se acercaba y tomé una decisión absolutamente visceral, virar y remar para cogerla en lugar de evadirla. La sensación de velocidad era increíble, nunca había cogido una ola tan grande sin tener un percance y además estaba acercándome rápidamente a la orilla. Duraría 10 segundos pero para mí el tiempo se expandió hasta límites insospechados ya que hasta me atreví a frenar un poco con las aletas para luego con un impulso de mis pies volver a acelerar de nuevo. No pensé que me podía sentir tan bien cogiendo una ola.

bodyboardLlegué a la orilla exhausto, dejé todo excepto la licra encima de la tabla y me tendí en la arena para intentar recuperarme de la sensación de mareo que notaba. Cuando me recuperé, y animado por [R] volví a entrar y volví otra vez a la zona de picos después de remar y remar. La diferencia sustancial de la segunda vez respecto a la primera fue que me enfrentaba a cada ola con odio más que con miedo, y así fue como volví a coger otra ola enorme hasta volver a la orilla. Me sentí triunfalmente satisfecho, lo suficiente como para dejar la tabla y atreverme a coger alguna de las olas más pequeñas que llegaban a la orilla a pecho. Conseguí coger dos, pero como resultado tuve un calambre en la cabeza externa del gemelo izquierdo, así que salí y decidí que ya estaba bien. Después de años había me había vuelto a bautizar, con situación peligrosa incluida. Ahora me estoy concienciando de que necesito hacer ejercicio porque me estoy perdiendo muchas cosas.