Testigos de Jehová

Pequeño relato de mi diario personal.

Acababa de llegar de trabajar después de salir tarde de la Ciudad Deportiva, qué raro. Encontré aparcamiento de puro milagro, justamente estaba saliendo un coche y yo ocupé su lugar justo debajo de mi casa. A partir de las cinco de la tarde se va haciendo cada vez más difícil encontrar sitio para dejar el coche, todo porque el Ayuntamiento tomó la decisión unilateral de quitar seis aparcamientos y hacerlos exclusivos para la comisaría de Policía Local que hay al lado de mi casa, en los salones del edificio de Correos. Lo gracioso de todo esto es que no es para los coche patrulla, no señor, para tal fin ya existen cuatro aparcamientos requisados y pintados de color amarillo con una señal de aparcamiento restringido al lado. Los seis aparcamientos son para los coches particulares de los policías, para que no tengan problemas de estacionamiento a la hora de dejar sus coches.

Busqué la llave del portal del bloque dentro del pequeño bolso que siempre llevo para no tener los bolsillos de los pantalones a reventar, abrí la puerta y allí estaban. El vecino del primer piso estaba acompañado de dos mujeres bien vestidas con las que conversaba. Durante los tres segundos que transcurrieron mientras recorría el espacio que separa la puerta de la escalera me dio tiempo de observar que las mujeres eran testigos de Jehová por las revistas que tenían en las manos.

El vecino del primero es un señor mayor con calva y con bigote y que siempre ha sido bastante hablador. Una vez me contó que todos los fines de semana envía una carta de opinión al periódico El Día y no sé si las envía por su afición a hablar mucho o es que habla mucho porque no se las publican. Tampoco sé si su mujer, sus hijos o sus nietos le escuchan o si le tienen prohibida su verborrea, sólo sé que si te ve en la escalera no te saludará como el resto de los vecinos. Esos vecinos con los que no tienes mucha relación te ven pasar y te obsequian con un saludo escueto pero este vecino no, lo más corto que me ha dicho alguna vez ha sido un «hola mi niño, ¿qué tal todo?» pronunciado con muchísima parsimonia. Mi respuesta siempre es la misma, «bien» mientras sonrío y él me contesta con un «me alegro» con el mismo ritmo lento.

Las testigos de Jehová eran las que estaban recibiendo el sermón y no como suele ser normalmente, cuando te abordan en la puerta de tu casa contándote sus cosas. La vecina de al lado ha puesto una pegatina en la puerta:

Somos católicos. No cambiamos de religión
Por favor, no insita.

Hace tiempo que no no han vuelto a molestarla, y lo curioso es que a mí tampoco incluso sin tener una pegatina. Creo que el vecino del primero está realizando una importante labor para toda la comunidad de vecinos.

Principio de Incertidumbre

Por Manuel Zapatero

El principio de incertidumbre desarrollado por Heisenberg (1927), postula que es imposible conocer conjuntamente con exactitud, la posición y la velocidad de una partícula. Cuanto mayor sea la precisión con que determinamos la posición, menor será la de su velocidad.

Heisenberg calculó la magnitud de esa inexactitud de dichas propiedades y con ello definió el “principio de incertidumbre”, por el cual recibió el Premio Nóbel de física.

El punto central de la física quántica es el concepto de incertidumbre. La palabra incertidumbre está en todas partes y por ello la teoría quántica tiene una estructura fundamentalmente probabilística es decir basada en la incertidumbre.

Incertidumbre

¿De que le sirve a la naturaleza y a la humanidad la incertidumbre? Los humanos, como observadores del mundo que nos rodea, juegan un papel central en la física quántica. El proceso de definición en la física quántica precisa de la participación de un observador consciente a un nivel fundamental. Nos interesa conocer como funciona el universo y el principio de incertidumbre es un factor clave de su funcionamiento.

Necesitamos la incertidumbre para establecer relaciones afectivas, para aumentar nuestros conocimientos, para fortalecer nuestra conciencia, y para desarrollar nuestra autoestima. La incertidumbre ante el futuro, ha sido y será el motor que mueve a la humanidad hacia delante. La seguridad absoluta en todos los órdenes es parálisis, castradora de la personalidad y arrullo de vagancias.

¿Tenemos certidumbre de alguien o de algo?

Para conocer todo de alguien o de algo hay que interaccionar con ellos. Esta interacción introduce siempre algún cambio en el comportamiento de las personas o en las propiedades de las cosas. Por ello aunque los cambios sean diminutos, siguen estando ahí y con estos cambios creamos nuestra realidad.

El complemento del principio de incertidumbre debe ser la tolerancia. La tolerancia que como observadores, debemos aplicar al evaluar las acciones de los demás. Cuanta más tolerancia demostremos con las personas, mejor llegaremos a comprenderlas y estimarlas. Con ello reduciremos a valores probabilísticos manejables la incertidumbre presente en nuestras vidas.

Callada retórica

EscalinataAprovechando que la inspiración viene cuando le da la gana, aquí­ va otro microrrelato.

Callada retórica
Disfruté mucho con aquella primera cita. Cuando llegamos hasta el portal de su casa le pregunté si querrí­a volver a quedar para tomar un café y charlar. Me miró, sonrió y dibujó con sus labios una despedida mientras buscaba en su bolso las llaves. Entonces fue cuando comprendí­ que hay silencios muy elocuentes.

Magia

MagiaMicrorrelato a estas horas de la mañana.

Magia
Durante meses te devoré con pasión y locura, dejando correr libres sobre tu piel mis fantasí­as. Luego te conocí­, y entonces desapareció la magia.

No sé si sigue las reglas básicas de los microrrelatos pero corto sí que es. Lo que más interesa es que deja muchos cabos sueltos atando solamente los necesarios y dejando el resto para la libre interpretación.

Nuestra riqueza

LenguajeSomos canarios y somos ricos. Sí, como lo oye, somos ricos ligüísticamente hablando, ¿qué se imaginaba? Si fuese monetariamente rico no trabajaría, no señor. ¿Que por qué afirmo que somos ricos [lingüísticamente] los canarios? Muy fácil:

  • Entendemos palabras propias de nuestro idioma, el castellano, incluso algunas bastante rebuscadas.
  • Entendemos palabras procedentes de muchos países [toda Sudamérica o Portugal] por nuestros parientes que emigraron y que las trajeron consigo, o bien por emigrantes que han llegado a nuestras islas desde aquellas tierras.
  • Y lo más importante, tenemos palabras propias de nuestra lengua canaria, de origen guanche, nuestros ancestros.

¿Y a qué viene todo esto? Pues a una paciente que estoy tratando en el trabajo. Habla con palabras muy peculiares, algunas que sólo he oído a mis abuelos y que no se deberían olvidar. «Es que cuando hablo con usted noto que me entiende. Las chicas de aquí se quedan extrañadas por las cosas que digo, y hay veces que no saben qué les estoy diciendo» me dijo el otro día.

El origen del fallo

Un relato antes de acostarme para no perder la práctica.

Ouroboros