Canarias Jazz & más Heineken 2010 (y IV)

Ayer fue la clausura del XIX Festival Internacional Canarias Jazz & más Heineken con la esperada actuación del bajista Marcus Miller. Hay que aclarar que la sala sinfónica del Auditorio de Tenerife estaba prácticamente llena, creo que nunca la había visto así. Estuve hablando un buen rato con una pareja que conocí el miércoles en el Puerto de la Cruz durante el descanso antes de la actuación de Angélique Kidjo y me pudieron informar acerca del concierto del viernes del que no pude disfrutar porque me había surgido finalmente otro plan.

Sobre Christian Scott Quintet tuvieron palabras de elogio y comentaron como anécdota que en un par de ocasiones el trompetista había tenido «sopladas» en vacío. Lo que les pareció un tanto extraño fue que el artista en toda su actuación sólo habló al final para despedirse y ni tan siquiera en el bis, lo cual me recordó a la misma actitud que tuvo Miguel Zenón. En cuanto a Gerald Toto, tal y como yo esperaba, no tenía nada que ver con el estilo jazz sino que era otro concierto auspiciado por la Casa África. Por lo visto no se quedaron muy contentos con él, al contrario que sucediera con la actuación del miércoles.

La actuación estuvo plagada de explosiones de aplausos ante los solos de los músicos. Marcus Miller iba cambiando de bajo eléctrico, uno de ellos «fretless», y regalaba «slaps» y «pops» por doquier, todo combinado con algunos pedales de sintetizadores. En un momento de la actuación cogió un instrumento que me tenía intrigado desde el comienzo, era una especie de saxofón pero mucho más largo. Sean Jones usaba la trompeta con y sin sordina a discreción, con interpretaciones muy floridas junto a Alex Han, de tan sólo 22 años, al saxo. Estos dos músicos hicieron las delicias del público mientras Louis Cato dirigía la batería y Federico Peña estaba a cargo de los teclados.

Definitivamente me alegro de haber asistido a este concierto, tanto por la actuación en sí como por todo lo sucedido durante el prólogo y el epílogo.

The Five Corners Quintet – This Could Be the Start of Something (feat. Mark Murphy)

Hace ya varios años que sigo a The Five Corners Quintet pero hoy he recordado esta canción, una versión de este clásico en la voz del crooner Mark Murphy. El autor original de la canción es Steve Allen, conocido por la mayoría como un comediante por su trabajo en los programas «The Tonight Show» y «The Steve Allen Show». Pero también fue un compositor y letrista tremendamente prolífico y apasionado que ha escrito miles de canciones, desde el dixieland al jazz o el blues. En su libro «Steve Allen’s Songs: 100 lyrics with commentary» ha seleccionado y comentado cien de sus canciones favoritas entre las que se encuentra «This Could Be the Start of Something»:

It is a good question whether I can properly take credit for this number at all, given that it ocurred to me in a dream. I had been assigned, by producer Joe Cates, to write the score for a musical, The Bachelor, which was presented on NBC-TV in 1956. Obviously, once the creative portions of my brain had accepted the assignment, they got to work and continued to function whether I was awake or asleep.

The first seven or eight lines of the lyric were part of the dream as was the main melody line. Thank goodness I was able to recall that much when I awakened, at which point I made a few handwritten notes. The bridge or alternative melody was created a day or so later. Over one hundred artists, in various parts of the wold, have recorded the song during the last four decades.

De este mismo libro he extraído la letra original de la canción, que no es exactamente igual a la que canta Mark Murphy.

Pensamiento del día

Las coincidencias son totalmente impredecibles. Algunas veces estás en el lugar correcto en el momento más adecuado. Otras veces simplemente estás en el lugar equivocado en el momento menos afortunado.

Si sabes que las consecuencias serán nefastas, ¿por qué lo haces? No intentes ponerte a prueba, es una estupidez, sobre todo cuando sabes que no estás preparado para superar el desafío. Reconocer y aceptar las propias limitaciones no te hace ser más débil, al contrario, se requiere de mucha fuerza de voluntad.

En ocasiones, y por extraño sortilegio, una simple llamada de teléfono puede traer al presente algunos detalles del pasado largo tiempo olvidados. Aparecen de nuevo ciertas personas y situaciones que creías que no volverían a repetirse de nuevo. Quizás fueron las ruinas que dejé detrás, por eso hoy no le temo al fuego pero sí a las cenizas.