Violadores del Verso – A solas con un ritmo Kase.O

Hacía años que no escuchaba esta canción, más concretamente desde que estaba en el Cabrera Pinto estudiando, allá por el 2002. Este fin de semana volvió a mi mente mientras recordaba temas con [E].

Status quo

status quoEste es el estado de las cosas, otra vez con la dichosa queilitis mimosa alérgica y de nuevo me parece a mí que se me va a curar por aburrimiento a falta de la medicina adecuada [léase besos]. Además, la dichosa infección que tengo en las vías respiratorias altas no hace más que agravar el cuadro.

Pero no todo está mal, las cuentas están saliendo bien en el Departamento incluso en el mes más corto y de mayor abstinencia que hayamos tenido que afrontar. Por otra parte, y hablando de todo un poco, ¿qué hace una japonesa cantando canciones brasileñas en inglés? Pues la respuesta es muy fácil, algo tal que así:

Smokey and MihoBlue Glasses

Definitivamente deliciosa, ¿no crees?

El penúltimo día

dayNunca he vivido como si fuera el último día de mi vida, simplemente porque el carpe diem llevado al extremo es tan malo como el pasotismo. In medio stat virtus, quando extrema sunt vitiosa. Por eso prefiero vivir como si fuese el penúltimo día, imitando a Don [E] que siempre que le digo «el último» refiriéndome a un ejercicio él me contesta diciendo «el penúltimo». Me gusta esa filosofía…

Mezclando esta forma de pensar con el hecho de aprender de los errores he decidido poner a funcionar el plugin WordPress Database Backup para que diariamente me envíe una copia de seguridad de la base de datos a mi correo para evitar que vuelva a suceder otro desastre como el de la semana pasada.

En esto como en todo, viviendo y aprendiendo.

I will survive

surviveDespués de perder las tablas de la base de datos sobre los posts y los comentarios, Liberitas ha estado en el dique seco desde el pasado miércoles según creo recordar. Al principio la sensación ha sido de vacío absoluto por haber perdido 4 años de datos, gilipolleces al fin y al cabo, pero 4 años de pensamientos de mi vida. Luego me asaltó otra sensación completamente distinta, el frío de la indiferencia ante la pérdida. En realidad, son datos digitales, porque esos años seguían y siguen estando en mi cabeza, en mi cerebro, y seguirán ahí hasta que alguna enfermedad neurodegenerativa me ataque o alguna lesión neuroanatómica me joda.

Al fin he podido recuperar la base de datos gracias a la ayuda al servicio técnico de mi servidor y el caché de Google Reader y Bloglines. En realidad, si no hubiese podido hacerlo, hubiese usado la caché de Google para recuperar el primer post que fuera el origen de Liberitas cuando estaba en Blogger y empezar de nuevo. Al fin y al cabo, en la vida es igual, porque cuando todo se derrumba lo único sensato que queda es volver a empezar de nuevo.

Otra vez, con el aroma rancio de antes, pero con nuevas y renovadas ganas, Liberitas ha vuelto a arrancar.